1. Compresas frías y duchas
Lo primero es lo primero: para aliviar la piel quemada por el sol, comience aplicando compresas frías o tomando una ducha fría. El agua fría ayuda a bajar la temperatura de la piel, proporcionando un alivio instantáneo y reduciendo la inflamación. Tenga en cuenta que debe utilizar limpiadores suaves, sin fragancia o jabones corporales suaves y no usar exfoliantes para evitar una mayor irritación.
2. Hidrátate, Hidrátate, Hidrátate
La exposición al sol puede reducir los niveles de hidratación de la piel, lo que provoca sequedad y tirantez. Hidrata tu piel desde dentro bebiendo mucha agua durante el día. Además, utiliza una crema hidratante suave para retener la humedad y nutrir la piel desde fuera. Uno de los mejores productos que puedes elegir es el sérum de ácido hialurónico. El ácido hialurónico es un ingrediente hidratante que atrae y retiene la humedad, ayudando a reponer la barrera de humedad de la piel. Busque un suero ligero de ácido hialurónico para aumentar los niveles de hidratación y promover la curación de la piel.
3. Magia del aloe vera
El aloe vera es un reconocido remedio natural para la piel dañada por el sol debido a sus propiedades calmantes y curativas. Aplique gel de aloe vera puro directamente sobre la piel o busque un humectante que contenga aloe vera. Sus propiedades antiinflamatorias pueden ayudar a reducir el enrojecimiento y promover la curación.
Pero si prefieres los remedios naturales y caseros, aquí tienes una sencilla mascarilla facial casera que puedes probar para la piel quemada por el sol: Mascarilla de aloe vera y pepino:
Ingredientes:
- 2 cucharadas de gel de aloe vera fresco
- 2 cucharadas de jugo de pepino
Instrucciones:
- Mezcle el gel de aloe vera y el jugo de pepino en un tazón hasta que estén bien combinados.
- Aplique la mezcla sobre la piel quemada por el sol, concentrándose en las áreas afectadas.
- Deje la mascarilla actuar durante 15-20 minutos.
- Enjuagar con agua fría y secar con palmaditas suaves.
4. Adopte antioxidantes
Los daños causados por el sol pueden provocar la producción de radicales libres dañinos en la piel. Contrarresta sus efectos incorporando productos ricos en antioxidantes a tu rutina de cuidado de la piel. Busque sueros o cremas que contengan vitaminas C y E, extracto de té verde o niacinamida. Estos antioxidantes ayudan a neutralizar los radicales libres y favorecen el proceso de curación de la piel.
5. Avena calmante
La avena es un ingrediente natural que puede brindar alivio a la piel dañada por el sol. Añade avena coloidal al agua tibia del baño y déjate en remojo durante 15 a 20 minutos. Las propiedades antiinflamatorias de la avena ayudarán a calmar y aliviar tu piel . Como la avena es un ingrediente natural que puede brindar alivio a la piel dañada por el sol, agrégala al agua tibia del baño y déjate en remojo durante 15 a 20 minutos.
También puedes hacer mascarillas faciales con avena. Para preparar la pasta, muele 1/2 taza de avena en un procesador de alimentos hasta obtener un polvo fino. Agrega el polvo a 1/4 de taza de leche o yogur y unas cucharadas de miel. Combina y aplica sobre tu piel durante 20 minutos.
6. Evite los ingredientes agresivos
Mientras tu piel se recupera, es fundamental evitar los productos agresivos para el cuidado de la piel que pueden irritarla o resecarla aún más. Evita los productos que contengan alcohol, fragancias o ácidos exfoliantes. En su lugar, opta por limpiadores y humectantes suaves y sin fragancias, formulados específicamente para pieles sensibles o dañadas por el sol.
Por ejemplo, Elige aceite de coco. Todos conocemos sus propiedades humectantes, pero también se sabe que reduce la inflamación. Espera un día después de la quemadura para que se asiente y usa aceite de coco natural y simple y frótalo sobre las áreas quemadas. Mejor aún: puedes aplicar un poco (junto con tu protector solar) antes de salir al aire libre para obtener protección adicional.
7. Tiempo para el cariño y el cuidado
Dale a tu piel un cuidado extra incorporando prácticas reparadoras a tu rutina. Duerme lo suficiente para favorecer los procesos naturales de curación de tu piel. Además, protege tu piel de más daños solares usando sombreros de ala ancha, ropa ligera y aplicándote protector solar con un alto factor de protección solar.
Reflexiones finales
La piel dañada por el sol requiere de una atención y un cuidado especiales para sanar y recuperar su vitalidad. Si sigues estos siete consejos esenciales, podrás proporcionarle a tu piel todo el cuidado que necesita. Recuerda mantener tu piel hidratada, utilizar ingredientes calmantes como el aloe vera e incorporar antioxidantes a tu rutina de cuidado de la piel. Evita los productos agresivos y protege tu piel de mayores daños solares. Con paciencia y un cuidado constante, tu piel se recuperará y lucirá una tez sana y radiante.